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Crónicas de Ivalice: Historia de una condena - VIII

miércoles, 12 de diciembre de 2012

Capítulo Octavo: Segunda misión, segunda oportunidad

- Sola -

Soy Ermine y soy una viera esgrimidora. He sido traicionada y clamo venganza, para más detalles, búscame en la taberna.

Junto al cartel de la misión había una foto de la viera en cuestión, para ser reconocible.

"Es guapa, ¿eh?" comentó Ilwulf, "tal vez después de la misión le pida para salir, aunque no sé qué saldría de la unión entre un hume y una viera..."
"Pues a mí todas las vieras me parecen iguales, por lo menos las grías llevan el cabello de diferente color" rebatió Gides. "Y centrémonos, que tenemos que encontrar una misión fácil."
"A mí ésta me da buenas vibraciones." añadió Ilwulf. "No, señor, tú lo que quieres es conocer esta viera..." empezó Gides, pero fue interrumpido por Ilwulf "Pero, ¿no habíamos llegado a un acuerdo de que el clan necesita expandirse?"

"Claro que necesitamos miembros para el clan, pero no a cualquier precio" argumentó Gides, "ni siquiera sabemos si es buena esgrimidora o es únicamente una estafa."
"Si no vamos a conocerla no lo sabremos" insistió Ilwulf "y tampoco hay muchas misiones donde elegir."
"Aquí estamos los dos de acuerdo, me has convencido." dijo Gides.

Los dos miembros del reciente formado clan abandonaron el tablón de misiones, donde varios soldados del Ejército de Yutolandia seguían buscando misiones que se adaptaran a sus características.

"Dice que la busquemos 'en la taberna', espero que se refiera a alguna taberna de Camoa, si no lo tenemos difícil." dijo Ilwulf.
"Veo que eres bastante nuevo en esto" respondió Gides "cuando una misión en Camoa se refiere a la taberna, es la taberna de Darys. No te preocupes, lo sé porque me lo dijo mi superior muchas veces mientras hacíamos patrulla por Camoa. Hay otras tabernas por Camoa, cierto, pero en esas se hacen otro tipo de tratos, lejos de la vista de los cuerpos policiales, marciales o militares, como el Ejército de Yutolandia mismo." Ilwulf quedó más tranquilo.

Camoa era un pueblo mercante, donde pasaban aquellos que querían ir a la región de Targo, a la de Bisga o a la de Batiste. Durante el día estaba lleno de tenderetes con mercaderes ofreciendo gran cantidad de productos y gente comprando, vendiendo e intercambiando cosas, también los ladrones aprovechaban el bullicio para desproveer del vil metal a los incautos. Por la noche, en Camoa se podría encontrar la cara menos amable de la ciudad, humes féminas, vieras y grías se ofrecían a aquellos que pudieran pagar el precio de una desenfrenada velada, aunque también grupos violentos buscaban broncas con viajeros solitarios. Incluso había broncas entre clanes.

Gides e Ilwulf pronto llegaron a la taberna de Darys, donde un cartel con la inscripción "Taberna de Darys" los recibió. Gides abrió la puerta y dirigiéndose a la tabernera gritó "¡Dos vasos de agua!". Ilwulf sacó la foto y empezaron a buscar a la viera esgrimidora, de nombre Ermine. La taberna de Darys estaba llena de mesas y las mesas, llenas de gente en ellas, casi todas haciendo negocios o ultimando detalles de misiones. Seguramente la taberna sería un buen lugar para reclutar miembros de clan. Gides se hizo una nota mental acerca de ello.

Ilwulf la vio. Estaba sentada en una silla, sola. Destacaba puesto que rodeada de mesas llenas de gente ella era la única que no tenía a nadie de compañía. Gides se acercó antes de que Ilwulf pudiera meter la pata.

"¿Ermine?" se dirigió a la viera señalándola.
"¿Ermine? sí, tal vez sea yo." dijo con tono enigmático. Su cara era bastante inexpresiva, como si hubiera perdido las ganas de sonreír.
"Lo abordaremos de otra forma, ¿es este cartel de misión tuyo?" preguntó Gides.
"Ah, así que habéis venido por esto" dijo Ermine, "ya pensaba que nadie se preocuparía más por mí..." su expresión cambió, pero posiblemente a peor, ahora ya no era inexpresiva, pero parecía que en cualquier momento se echaría a llorar.
"Encantado, Ermine, mi nombre es Gides y mi compañero" dijo dirigiéndo la mirada a Ilwulf "se llama Ilwulf". "Nos ha parecido interesante tu descripción, aunque no dices demasiado, y nos gustaría saber algo más." La cara de Ermine cambió ligeramente a una disimulada sonrisa.

"Pues veréis, hace tiempo formé un clan de vieras, no éramos muy fuertes per íbamos realizando misiones, lo normal en un clan. Un día, de pronto, se ofreció a nosotras una viera Maga Roja. Se llamaba Einnie..."

*BUAAA**EINNIEEEEE**BUAAAA*

La viera estalló en lágrimas. Las mesas de alrededor detuvieron sus conversaciones para mirar.

"¡Ya la has hecho llorar!" gritó Ilwulf.
"Ea, ea" dijo Gides mientras se acercaba a la viera. "Ea, ea" y se abrazó a ella para intentar confortarla. Ilwulf sintió un principio de envidia en sus huesos. Gides susurró al oído de Ermine "Tranquilízate y no llores más, ya verás como todo saldrá bien. Ea, ea."

"Pero es que Einnie..." empezó Ermine, pero siguió...

*BUAAA**EINNIEEEEE**BUAAAA*

Gides siguió susurrando a su oído "Si no nos explicas quién es esta Einnie..."

*BUAAA**EINNIEEEEE**BUAAAA*

"Tres vasos de agua." dijo Darys, que se había acercado a la mesa de Ermine. Dejó los tres vasos encima de la mesa y se quedó sosteniendo la bandeja observaba los infructuosos intentos de Gides por calmar a la viera.

"Cálmate, tranquilízate..." dijo con la voz tan suave como pudo Gides "si no nos das los detalles de la misión no podremos ayudarte, ea, ea". Y mientras hablaba la tenía abrazada. Abrazar una viera era una sensación curiosa.

Finalmente Ermine se calmó. Mientras sorbía el vaso de agua intentaba hablar. Toda la gente que había estado mirando la escena volvió a sus propios asuntos.

"Pues... ella... llegó a nuestro clan, y entonces en una misión encontramos uno de los más buscados estoques por las magas rojas, el Estoque Madu. Las otras componentes, después de esa misión nos fueron abandonando. A mí me parecía extraño, pero las palabras de ella me parecían una más que correcta justificación 'que si una se va porque es demasiado débil', 'que si la otra nos abandona porque somos demasiado débiles', 'que si la otra se va por amor'... hasta que quedamos nosotras dos. Al final caí en la cuenta de que el estoque estaba maldito, y se lo intenté arrebatar, pero ella desató un poder que no había visto nunca, la Magia Doble. Así que tuve que huir. Tampoco sé donde se encuentra pero deberíamos desposeerla del estoque y llevarlo a un alquimista para que echara la maldición."
"¿Deberíamos?" preguntó Gides poco convencido.
"¿Deberíamos?" preguntó Ilwulf con una sonrisa tonta en su cara.
"Claro, yo también vengo" dijo Ermine, como si fuese lo más evidente del mundo.
"Me ha soprendido porque no es lo normal, que venga el cliente a realizar la misión, pero óbviamente no tengo ningún inconveniente en ello. Sólo falta un pequeño detalle..." comentó Gides.
"El pago..." dijo Ermine.
"Sí, verás, somos un clan y debemos financiarnos, así que espero que lleguemos a un buen acuerdo que nos beneficie a ambos."
"Bueno, no tengo guiles." dijo Ermine, y sonrió como no habían visto en todo el rato. "Me he gastado casi todo mi dinero en alcohol en esta taberna."
"No seas aguafiestas, Gides" saltó Ilwulf. "Si no tiene dinero, por ello no dejaremos de hacer el bien, ¿no?" dijo mientras miraba dulcemente a Ermine.
"Bueno, supongo que podremos apañarlo una vez nos hayamos visto las caras con Einnie."

*BUAAA**EINNIEEEEE**BUAAAA*

Volvió Ermine a estallar en lágrimas.

Esta vez fue Ilwulf el que rápidamente se acercó a la viera para confortarla. Ciertamente, era una sensación extraña abrazar una viera. Y se calmó.

Ya fuera de la taberna el equipo se reunió, Gides e Ilwulf, y la nueva, Ermine.

"Si queremos encontrar nuestro objetivo, primero deberíamos documentarnos, tendremos que dirigirnos a los bajos fondos de Camoa y preguntar por Einnie..." dijo Gides.

"Einnie..." pensó Ermine, pero esta vez no lloró, y miró al horizonte mientras un sentimiento de nostalgia invadía su cuerpo.

1 quejas:

scaramanga dijo...

¿Se van Gides e Iwulf de prespiputas con el cash de los jugadores? Bueno, es que és es colmo!¡Que alguien me pase un dado!